El polvo fijador
son polvos sueltos transparentes para fijar el maquillaje a la vez que lo impermeabilizan aumentando su durabilidad.
Son perfectos para hacer la técnica de maquillaje “baking”: aplicar los polvos fijadores en las zonas del rostro a resaltar donde hemos aplicado corrector (debajo de los ojos, frente y mentón) con una borla o brocha y dejar actuar unos 5-10 minutos. Retirar el exceso hasta que todo quede difuminado. Esto es ideal para las pieles mixtas y, sobre todo, grasas para dar una durabilidad extra al maquillaje.
El resultado es una piel lisa con efecto porcelana. Además, también son muy útiles para matificar la base para maquillaje en sesiones de fotografía, donde hay que tener especial cuidado por los brillos que no captamos a simple vista.
